Fabricantes como Toyota, BMW y General Motors ya han implementado planes de contingencia
Más de 45 mil trabajadores portuarios de la costa este y del golfo de EE. UU. iniciaron una huelga el martes, generando pánico en la cadena de suministro automotriz.
Durante 2023, estos puertos manejaron más de 37.800 millones de dólares en importaciones de vehículos, y la interrupción pone en riesgo la entrega de automóviles y piezas esenciales.
Bill Long, director de la Asociación de Fabricantes de Motores y Equipos (MEMA), advirtió que una huelga prolongada podría llevar al cierre de plantas y despidos.
La huelga comenzó tras el fracaso en las negociaciones entre la Asociación Internacional de Estibadores (ILA) y la Alianza Marítima de EE. UU. (USMX).
A pesar de una oferta de la USMX que incluía un aumento salarial del 50%, las conversaciones no llegaron a un acuerdo. Los expertos calculan que la huelga podría costar hasta 5.000 millones de dólares por día, afectando productos como vehículos, alimentos y bienes de consumo.
El puerto de Baltimore, clave en la importación de automóviles, también se ha visto afectado. Fabricantes como Toyota, BMW y General Motors ya han implementado planes de contingencia para reducir el impacto de la huelga.
Sin embargo, si las negociaciones no avanzan, las consecuencias podrían extenderse a nivel internacional, afectando cadenas de suministro europeas y asiáticas.
La MEMA ha solicitado la intervención de la administración Biden, destacando que incluso breves interrupciones podrían generar problemas mayores en la industria.
Esta es la primera huelga de la ILA desde 1977, y llega en un momento delicado para la economía estadounidense, que ya enfrenta problemas en su cadena de suministro.
Con información de Staff Nearshorer
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