Para maximizar estos beneficios, México necesita superar retos como la mejora de su infraestructura logística, la seguridad interna y la estabilidad política
El friendshoring es una estrategia comercial que consiste en reubicar las cadenas de suministro y producción hacia países considerados aliados o “amigos”, es decir, aquellos con los que se comparten valores políticos, económicos y culturales, y que ofrecen mayor estabilidad y seguridad en un contexto global marcado por tensiones geopolíticas y disrupciones.
A diferencia del nearshoring, que prioriza la cercanía geográfica, el friendshoring enfatiza la afinidad estratégica y la confianza entre naciones, aunque no necesariamente estén próximas.
Esta tendencia surgió como respuesta a crisis recientes, como la pandemia de COVID-19, la guerra en Ucrania y las tensiones entre grandes potencias como Estados Unidos y China. Estos eventos expusieron las vulnerabilidades de depender de cadenas de suministro globales concentradas en países con riesgos geopolíticos o económicos. En este sentido, el friendshoring busca reducir esos riesgos al fortalecer relaciones comerciales con socios confiables, promoviendo resiliencia y seguridad a largo plazo.
¿Cómo se podría beneficiar México del friendshoring?
México está en una posición privilegiada para aprovechar el friendshoring debido a varios factores clave en el contexto de los cambios comerciales globales:
Proximidad geográfica y tratados comerciales con EE.UU.:
México comparte una frontera de más de 3,000 kilómetros con Estados Unidos, el mayor mercado consumidor del mundo, y forma parte del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Este acuerdo comercial fortalece su posición como aliado estratégico, facilitando el acceso a mercados clave con costos logísticos reducidos y reglas de origen que incentivan la producción regional.
Relación política y económica estable con EE.UU.:
A pesar de los altibajos, y lo mediático del diálogo entre Trump y Sheinbaum, México mantiene una relación de cooperación con Estados Unidos basada en intereses compartidos, como el comercio y la seguridad. Esto lo convierte en un candidato natural para el friendshoring, especialmente cuando EE.UU. busca reducir su dependencia de países como China, considerados rivales geopolíticos.
Capacidad industrial y mano de obra competitiva:
México cuenta con una industria manufacturera consolidada, especialmente en sectores como automotriz, electrónica y aeroespacial. Además, ofrece una fuerza laboral calificada y costos competitivos en comparación con otros países desarrollados, lo que lo hace atractivo para empresas que buscan relocalizar operaciones.
Oportunidades ante la reconfiguración global:
Las tensiones comerciales entre EE.UU. y China, junto con políticas como los aranceles impuestos por administraciones estadounidenses recientes, han motivado a empresas a buscar alternativas más seguras y cercanas. Según estimaciones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el nearshoring y el friendshoring podrían generar hasta 78,000 millones de dólares en oportunidades para América Latina, con México como uno de los principales beneficiarios debido a su posición estratégica.
Crecimiento de la inversión extranjera directa (IED):
En los últimos años, México ha visto un aumento en la IED, con proyecciones de crecimiento continuo e inversiones estimadas de más de 39 mil mdd en 2025, de acuerdo a COMCE. Sectores como la industria automotriz, textiles, farmacéuticos y energías renovables podrían beneficiarse particularmente del friendshoring, atrayendo empresas que prefieren operar en un país aliado.
Desafíos y consideraciones
Para maximizar estos beneficios, México necesita superar retos como la mejora de su infraestructura logística, la seguridad interna y la estabilidad política. Además, debe seguir promoviendo un entorno favorable para la inversión, con incentivos fiscales y regulaciones claras.
¿Cuál es la diferencia entre nearshoring y friendshoring?
El nearshoring y el friendshoring son estrategias para reubicar cadenas de suministro, pero difieren en sus prioridades: el nearshoring busca eficiencia trasladando operaciones a países cercanos geográficamente, como México para EE.UU., reduciendo costos y tiempos logísticos, mientras que el friendshoring prioriza la seguridad y resiliencia al mover producción a naciones aliadas con valores e intereses compartidos, independientemente de la distancia.
Aunque el primero se basa en la proximidad y el segundo en la confianza estratégica, México puede beneficiarse de ambos al ser un vecino confiable de EE.UU., combinando ventajas de ubicación y alianza en un contexto de cambios comerciales globales.
En resumen, el friendshoring’representa una oportunidad significativa para México en el marco de los cambios comerciales globales. Su posición como vecino y aliado de EE.UU., junto con su capacidad productiva, lo coloca como un destino clave para las empresas que buscan estabilidad y eficiencia, impulsando su economía y consolidándolo como un actor relevante en las cadenas de suministro del futuro.