La Convención Nacional de Mujeres Industriales organizada por CANACINTRA Puebla que se llevó a en el Museo Barroco concluyó dejando una huella de inspiración y empoderamiento.
Mujeres de todas las regiones del país se reunieron para compartir experiencias, aprender y fortalecer redes de apoyo. Este cierre marca no solo la culminación de una serie de conferencias, talleres y paneles, sino también el comienzo de nuevas iniciativas y colaboraciones que prometen seguir impulsando el liderazgo y la igualdad de género.
Durante la inauguración, la titular de la Comisión de Mujeres Industriales, Joanna Trujillo compartió que tienen un propósito claro que es inspirar, conectar y transformar, reafirmando que se está presente no solamente como representante de sus industrias, gobierno y ciudadanía sino como agentes de cambio que buscan contribuir a la competitividad y al desarrollo de nuestro país. Expresó la gratitud por el esfuerzo que cada uno ha hecho por estar presentes, el compromiso que demuestran en sus respectivas trayectorias y la pasión que comparten por hacer un México mejor.
En el evento se contó con la presencia de personalidades como Alejandra Montiel, Secretaría de Economía del Gobierno del Estado de Puebla; Carlos Sosa, Presidente de Canacintra Puebla; Esperanza Ortega, Presidenta Nacional de Canacintra; Carla Morales Ariza, Presidenta Nacional de Mujeres Industriales; Lourdes Medina Ortega, Vicepresidenta Nacional de Delegaciones Canacintra; y Héctor Sánchez Morales, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial.
Se impartieron paneles y conferencias durante los 3 días del evento, empezando por la impartida por Ana Laura Ludlow, VP Chief Goverment Affairs & Sustainability Officer en Engine México con el tema “Casos de éxito de una mujer en la industria energética y tendencias en esta industria hacia 2030” donde afirma que cuando estás dispuesto a construir una carrera tienes que tener muy claro a donde quieres llegar, para lograr eso hay que tener siempre una visión, sentirte empoderada y erradicar mitos complementando con la ponencia “Cómo me hice feminista” de Laura Manzo, CCO de Dalia Empower quien destacó la importancia del asesoramiento de la mujer en el mundo de los negocios.
Durante el panel “La sostenibilidad desde dos puntos de vista: Industria de la moda e industria energética” liderado por Joanna Trujillo e integrado por Carlota García de la Agencia LLUM, Cristina Chamorro de Vogue y Carla Morales de Canacintra donde acordaron que los desafíos para hacer que la sostenibilidad sea algo deseable va más allá de que tu empresa realmente funcione, hay que tener una red de apoyo en todos los sentidos para ser rentable y tener mejores prácticas. Para comunicar una estrategia de sostenibilidad hay que tener transparencia, promover el tipo de contenido que queremos tener para poder ser una referencia y trascender en modelos más éticos, así como el apoyo de las grandes empresas a las pymes.
En su plática “Mujer al volante de la industria”, Sahie Gazal Yunes de Audi, afirma que la visibilidad de las mujeres líderes es fundamental para inspirar a niñas, adolescentes y profesionistas además de cómo aún lidiamos con micromachismos; es clave tener una sororidad para impulsar a las mujeres mediante cámaras y grupos, los beneficios de trabajar en equipo van generando una mayor igualdad de género. Y reforzando con la conferencia de Nazareth Black, CEO de Zacua, hablando de cómo fue todo el proceso de Zacua, los desafíos, retos, oportunidades y como con su presupuesto cero ha logrado grandes cosas, definiendo el rol de la mujer en el contexto actual como innovador, para seguir siendo un jugador importante y no ser obsoleta. Siendo las tendencias globales de movilidad eléctrica tienen una proporción del 70/80% para Ev’s vs 20/30% para CI, más inversión en tecnología, tensiones USA-China.
También estuvo muy interesante la ponencia de Claudia Cano de Ternium, con el tema “La rentabilidad de implementar programas de inclusión e igualdad de género en la industria”, donde recalcó la importancia que significa ser minoría lo cual genera sentimientos incómodos por un sesgo de afinidad, aclarando que ser distinto no es tan malo y siempre habrá voces que opinen. La minoría femenina en la industria es más una cuestión de estereotipos, dejando como mensaje final que la inclusión no solo enriquece a las empresas sino fortalece a toda una sociedad y que está en nuestras manos sentirnos incluidas en cualquier entorno laboral.
Para cerrar, se presentó el panel “Mujeres que inspiran: Empresarias de Canacintra pasado, presente y futuro” teniendo como moderadora a la Mtra. Berenice Douaillet abordando distintos temas, uno de ellos fue cuáles son los retos para ser empresaria, la Mtra. Ana Rubí García de Reciclajes Talismán asegura que hay que romper esa barrera del desarrollo y dejar de sobreproteger a la mujer, siempre preparándose y respaldándose siempre de la unión familiar, aún en medios que sus giros en su mayoría dominados por el sector masculino. En cuándo definir el empoderamiento, Ma. Teresa Babún, Directora General de la industria de uniformes profesionales en Mexicali, B.C. afirma que no es de una sola persona, sino un grupo, ya que al ayudar a una te ayudas a ti misma. La mujer tiende a ser muy ambiciosa, es importante no siempre pensar en individual sino en conjunto. Norma Flores de Grupo CRT Green, en su experiencia opina que hay que enfocarse en las áreas de oportunidad y Laura Lorena Velarde Araiza, mencionó dos palabras claves, sororidad y cero envidia.
El papel de la mujer en los negocios al interior de las empresas, Laura Velarde concuerda con el compromiso de no discriminar y tener salarios justos, así como ayudar a las mujeres emprendedoras y así abrir esa brecha. Además, Norma Flores refiere a transmitir el don de mando, el compliance y la definición de roles, sin dejar atrás la participación en asociaciones.
Participar en eventos como este ofrece a las mujeres una oportunidad invaluable para reflexionar sobre sus propias trayectorias, aprender de otras experiencias y construir conexiones que trascienden el evento en sí. Las asistentes descubren que los desafíos que enfrentan, ya sea en sus carreras o en la vida personal, no son únicos, y al compartir sus historias se sienten apoyadas y comprendidas. Además de adquirir nuevas habilidades y conocimientos, estas experiencias generan un sentido de pertenencia y empoderamiento colectivo. Los lazos formados y las lecciones aprendidas no solo enriquecen el presente de cada mujer, sino que también se convierten en un motor de cambio y crecimiento en sus comunidades y profesiones.
Con información de https://business4cero.com/