Automotrices alemanas luchan por adaptarse al auge de los vehículos eléctricos, mientras que China lidera la innovación
Volkswagen está considerando permitir que fabricantes chinos de autos eléctricos utilicen sus líneas de producción en Alemania, en respuesta a la crisis que enfrenta la industria automotriz del país.
La empresa, que inicialmente planeaba cerrar fábricas por la baja demanda en Europa, decidió en su lugar reducir más de 35,000 empleos y eliminar bonificaciones para ahorrar más de 15,000 millones de euros.
Gernot Döllner, CEO de Audi, y David Powels, CFO de Volkswagen, han señalado que están abiertos a colaboraciones con competidores chinos para aprovechar el exceso de capacidad en sus plantas.
Esta decisión surge en un contexto donde las automotrices alemanas luchan por adaptarse al auge de los vehículos eléctricos, mientras que China lidera la innovación y producción en el sector.
La Unión Europea ha impuesto aranceles a los autos eléctricos chinos para frenar su competencia, pero Alemania sigue rezagada en la transición. La crisis automotriz ha golpeado la economía del país, que se contrajo por segundo año consecutivo en 2024, marcando su fase más prolongada de estancamiento desde la Segunda Guerra Mundial.
Con información de Staff Nearshorer